La tendencia se corresponde con los números de toda la provincia de Buenos Aires. La natalidad está en su punto más bajo. Los especialistas lo asocian a factores sociales, culturales, económicos y sanitarios.
Por Luciana Mateo
@LucianaMateo
LA PLATA (Corresponsalía).- En General Pueyrredon nacen cada año menos bebés. Los datos oficiales son contundentes y Mar del Plata no escapa al panorama que se observa en toda la provincia de Buenos Aires y que los especialistas en la materia asocian a factores sociales, culturales, económicos y sanitarios.
En la última década hubo una baja de la natalidad del 35% (entre 2010 y 2020), pero es desde 2014 cuando comenzó a registrarse una disminución sostenida de los nacimientos: ese año se anotaron en el municipio 9.956 bebés; en 2020 fueron 6.624 (lo que marca un descenso del 33,5%).
Sólo por comparar los últimos años, en 2020 hubo en el partido 1.569 nacimientos menos que en 2019 (una baja del 19%).
¿Cómo se explica esta caída? Mientras desde el Hospital Materno Infantil de la ciudad lo vincularon a “una fuerte política de planificación familiar”, desde el Registro Provincial de las Personas lo asociaron más bien a los períodos de “crisis económica”.
“En 2014 y 2015 hubo un alza con respecto a los años anteriores pero se produjo luego un claro corte en 2016”, indicó Patricio Zalabardo, director del Registro que depende del Ministerio de Gobierno bonaerense.
“Cuando se observa la estadística, se ve que en los años de crisis económica se ha hecho un quiebre y que el número de nacimientos empezó a bajar”, añadió al analizar las cifras de toda la Provincia.
El fenómeno no es exclusivo del distrito y se replica en la Provincia -y en el país- en general: mientras que en 2014 se registraron 251.934 bebés en territorio bonaerense, en 2020 fueron 179.370 (una caída del 29%). Entre 2019 y 2020 nacieron 28.344 niños y niñas menos.
“Mucha presión familiar”
Néstor Moscardi, jefe del servicio de Obstetricia del Hospital Materno Infantil de Mar del Plata, coincidió en que cada año nacen menos niños y niñas en el partido.
“El año que más partos tuvimos en el Hospital fue el ’89: hubo 6 mil y a partir ahí empezaron a disminuir, aunque siempre estábamos en los 4.600, 5.000, 4.800 por año… pero el año pasado tuvimos 3.860 partos”, especificó.
El especialista relacionó esta caída a factores positivos como “una fuerte política de planificación familiar” llevada adelante desde 2012 por el Hospital y a la aplicación de las leyes vigentes en materia de anticoncepción e interrupción del embarazo.
En ese sentido, aseguró que “como el Hospital Regional estaba muy saturado por otras cirugías, en 2012 empezamos con una política de ligadura de trompas; en la actualidad hacemos aproximadamente 1.000 por año”.
“Además -enumeró el médico- tenemos todo lo que son implantes subdérmicos y colocación de dispositivos intrauterinos, que son métodos anticonceptivos de larga duración”.
En otro punto se refirió a los cambios culturales y sociales que llevaron a la ampliación de derechos para las mujeres y otras personas gestantes.
“Ahora se toma mucho más en cuenta la decisión de la mujer”, sostuvo el jefe de Obstetricia, y agregó que “antes veíamos mucha presión familiar, del marido. Entonces muchas mujeres, aunque querían, no se ligaban las trompas”.
Control de natalidad
Rafael Rofman, doctor en Demografía de la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos), analizó la situación a nivel nacional.
“Es interesante marcar que desde 2015 bajó más de un 20% la fecundidad en general, pero bajó especialmente -casi un 40%- la adolescente, que es donde se concentra la mayoría de los embarazos no deseados”, dijo a LA CAPITAL.
Rofman, también director del Programa de Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), remarcó que “éste es un dato muy bueno porque nos habla de una mayor capacidad de control de la natalidad”.
“Hace 200 años -explicó- el número de hijos por mujer era, en promedio, de 7 y hoy es de 2 o menos en la mayoría de las provincias argentinas”.
El investigador consideró que este descenso de la fecundidad “debería tener un enorme impacto en el mediano plazo sobre los niveles de pobreza y de calidad de vida de mucha gente”.
“De aquí a 5 años los números serán mucho mejores que lo que podrían haber sido, gracias a esto”, resaltó.
Oportunidades para las mujeres
Rofman atribuyó la disminución de la natalidad a una combinación de factores.
Entre los más destacados se encuentra la implementación de la educación sexual y reproductiva y la utilización del método anticonceptivo subdérmico en forma masiva desde 2014.
Finalmente, el doctor en Demografía se refirió a “los cambios culturales”, entre ellos el “empoderamiento de las mujeres y las oportunidades que tienen para hacer cosas que antes no podían”.
“Lo que esta dinámica implica es que vamos a tener más mujeres en condiciones de empezar carreras laborales exitosas, con lo cual van a poder aportar más en la economía del mediano plazo”, analizó.
Sin “baby boom” a la vista
Para los especialistas, es apresurado todavía hablar de las consecuencias en la natalidad que acarreará -si es que lo hace- la pandemia de coronavirus, que mantiene aún en aislamiento y con mayor o menor grado de restricciones a todo el mundo.
Lo que sí es seguro es que esta crisis sanitaria global no trajo aparejada hasta el momento una explosión de nacimientos -“baby boom”- como la ocurrida al finalizar la II Guerra Mundial en Europa y los Estados Unidos.
Patricio Zalabardo, director del Registro Provincial de las Personas, remarcó que “en una pandemia esperábamos un ‘boom’ de bebés. De hecho desde el Registro tomamos medidas para poder dar respuesta a esta posible situación, pero la verdad es que hasta ahora no ha pasado”.
Por el contrario, los números registrados en lo que va de este año parecen consolidar el descenso: en General Pueyrredon hasta mediados de junio se inscribieron 3.102 nacimientos (en todo 2020 se anotaron 6.624).
En la provincia son -hasta ahora- 77.753, cuando el año pasado fueron, en total, 179.370.